A veces, llegamos a tener la sensación de que el diseño tiene
pasaporte de identidad y que este ha sido expedido en cierta geografía europea
e inconfundible, cuya forma recuerda al calzado… ¿más pistas? Más claramente,
parece que el diseño hubiera sido creado en Italia y que lo correcto es
llamarle disegno. Y es que parece que en esa región el diseño se lleva inscrito
en el adn, y pruebas irrefutables se hallan repetidamente en muy diversos
objetos –gráfico, industrial, automovilístico, de decoración, etcétera– que
hablan de la vocación creativa y productora de la península.
El editor ¶
Portada de Eduardo A. Álvarez del Castillo
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