Por el mismísimo Raza Cósmica
Cuando los colegas de esquina intelectual de elcorondel, me invitaron a escribir para este número pasional de su revista, –que no revista pasional–, me sentí enormemente aliviado al saber que, aún en su interior existe una esencia humana y que los mueven las mismas pulsiones y deseos que a todos nosotros simples mortales, es decir que, no sólo sienten placer en ver letras, sino que también se sienten atraídos por otro tipo de pancitas y ojos, como los de las féminas y tienen el deseo incontrolable no sólo de hacer las patas de una A… sino también de echar pata haciendo: ¡Aaaah!
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