Por Claudio Ruiz Velasco
El pensamiento es un hilo y el que lo cuenta es un hilandero, pero el verdadero narrador de historias, el poeta, es un tejedor. Los escribas convirtieron esta antigua tradición oral en un hecho visible y concreto. Después de una larga práctica su trabajo llegó a tener una hilatura tan flexible, tan pareja, que llamaron a una página escrita: textus, que significa tela...
La textura que generaba dicha hilatura se convirtió pues en la manera en que las letras cuentan historias desde que se comenzó a escribir, posteriormente a imprimir y hoy también a digitalizar el “texto”.
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